El humano novato comenzó poniéndonos en los semilleros y vasitos sobre unas bandejas de plástico, pero eso complicaba el drenaje, además de lo que ocupaban los bordes y que no eran exactamente del tamaño del acuario por lo que quedaban huecos sin utilizar.
Se recorrió un montón de tiendas buscando algún soporte que pudiera mantener los recipientes separados del suelo y aunque vio unos cuantos que se acercaban a la idea, o el tamaño o algo los descartaban.
Hasta que recordó que en el huerto estaban utilizando cajas de plástico de las que les dan en las fruterías para acarrear hierbas, dichas cajas tienen una base justo como la que buscaba, con agujeros y separada del suelo por tacos debajo.
Se trataba de separar la base de la caja. Para las partes más duras, la sierra de calar ha venido bien. Luego para los ajustes, con la manual ha sido suficiente.
Con las bases de dos cajas se cubre el acuario a lo largo (ha habido que cortar un poco en una de ellas), luego con la base de una tercera se han obtenido dos cortes más para cubrir el hueco restante.
Ahora ya por los agujeros de los recipientes drenará el agua directamente abajo de donde se evaporará por el calor y nosotras las guindillas tan contentas. 🙂
