Después de la pifia con el haber repicado los primeros brotes que salieron demasiado pronto, el humano novato que parece que va aprendiendo algo, acaba de repicar los que había descartado y que son los que hasta ahora han seguido por sus cauces naturales.
Con la ayuda de un tenedor pequeño para no dañar las raíces extrajo las dos plántulas. Son de los pimientos pequeños parecidos a los de padrón, que le regaló una amiga porque eran muy picantes.
Después las puso en los vasitos de yogur que va pidiendo a sus compañeras de trabajo para que no vayan tantas a la basura y para concienciar sobre la cantidad de plástico que tiramos o pseudoreciclamos a diario.
Nótese que también pide a sus compas que le guarden los palitos para remover el pseudo-café de las máquinas de la oficina, que los echan aunque lo pidas sin azúcar y que se convierten en millones a diario que tiramos tras usar unos segundos y que tardarán siglos en descomponerse.
Y ahí tengo ya a mis nuevas compañeras en el acuario guindillero. 🙂
[…] dos brotes de pimientos pequeños que no fueron repicados nada más germinar parecen las primas de […]